miércoles, 23 de diciembre de 2009

PAUL WASHER - CÓMO COMENZÓ HEARTCRY

Subtítulos por: André Saharig
Sean bendecidos

domingo, 20 de diciembre de 2009

El Hombre en el pozo

Este video demuestra muy claramente la condición del hombre, quien en por la oscuridad de su pecado no puede encontrar y escoger a Dios. Por ello, el Padre nos entregó un Salvador, el cual según su gracia y su beneplácito nos llama, redime y justifica, otorgándonos la libertad. Sean todos Bendecidos.

"JESÚS es el único CAMINO, la VERDAD y la VIDA, nadie puede ir al PADRE si no es por ÉL... No existe otro mediador entre Dios y los hombres"

miércoles, 16 de diciembre de 2009

La verdadera historia de Navidad - John MacArthur

"DIOS LES BENDIGA Y LOS LIBRE EN ESTAS FECHAS

DE LOS AFANES Y PLACERES DE ESTE MUNDO"

sábado, 12 de diciembre de 2009

Las Inconsistencias del Arminianismo

Hola a todos:

Les quiero compartir este árticulo donde se expone parte del texto de Spurgeon en el cual habla sobre la doctrina del "El libre Albedrío" (1855) enseñada por los Arminianos. Al final de su sermón, Spurgeon demostró algunas de las inconsistencias que sostiene la teología arminiana, expresando lo siguiente:

"Me atrevería a decir que ustedes han oído muchos buenos sermones arminianos, pero nunca han oído una oración arminiana, pues cuando los santos oran, son una misma cosa en palabra, obra y mente. Un arminiano puesto de rodillas oraría desesperadamente igual que un calvinista. No puede orar sobre el libre albedrío: no hay espacio para eso. Imagínenlo orando así: “Señor, te doy gracias porque no soy como esos pobres calvinistas presumidos. Señor, yo nací con un glorioso libre albedrío; yo nací con el poder de ir a ti por mi propia voluntad; yo he aprovechado mi gracia. Si todos hubieran hecho lo mismo con su gracia como lo he hecho yo, todos podrían haber sido salvos. Señor, yo sé que Tú no puedes hacernos querer si nosotros mismos no lo queremos así. Tú das la gracia a todo mundo; algunos no la utilizan, pero yo sí .Hay muchos que irán al infierno a pesar de haber sido comprados con la sangre de Cristo al igual que yo; a ellos les fue dado el Espíritu Santo también; tuvieron una muy buena oportunidad, y fueron tan bendecidos como lo he sido yo. No fue tu gracia lo que hizo la diferencia; acepto que sirvió de mucho, pero fui yo el que hizo la diferencia; yo hice buen uso de lo que me fue dado, en cambio otros no lo hicieron así; esa es la diferencia principal entre ellos y yo.”

Esa es una oración diabólica, pues nadie más que Satanás podría orar así. ¡Ah!, cuando están predicando y hablando cuidadosamente, puede entrometerse la doctrina errónea; pero cuando se trata de orar, la verdad salta, no pueden evitarlo. Si un hombre habla muy despacio, puede hacerlo muy bien; pero cuando se pone a hablar rápido, el viejo acento de su terruño, donde nació, se revela.

Les pregunto otra vez, ¿han conocido alguna vez a algún cristiano que haya dicho: “Yo vine a Cristo sin el poder del Espíritu?” Si en efecto alguna vez han conocido a un hombre así, no deben dudar en responderle: “Mi querido señor, yo verdaderamente lo creo, pero también creo que saliste también sin el poder del Espíritu, y que no sabes nada acerca del tema del poder del Espíritu, y que estás en hiel de amargura y en prisión de maldad.” ¿Acaso escucho a algún cristiano diciendo: “Yo busqué a Jesús antes que Él me buscara a mí?” No, amados hermanos; cada uno de nosotros debe poner su mano en su corazón y decir:

“La gracia enseñó a orar a mi alma,Y también hizo que mis ojos derramaran lágrimas;Es la gracia la que me ha guardado siempre,Y nunca me abandonará.”
¿Hay aquí alguien, alguien solitario, hombre o mujer, joven o viejo, que pueda decir: “Yo busqué a Dios antes que Él me buscara a mí?” No; y aun tú que eres un poco arminiano vas a cantar:
“¡Oh, sí!, verdaderamente amo a Jesús,Sólo porque Él me amó primero.”

Y ahora otra pregunta. ¿Acaso no nos damos cuenta, aun después de haber venido a Cristo, que nuestra alma no es libre, sino que es guardada por Cristo? ¿Acaso no nos damos cuenta, aun ahora, que el querer no está presente en nosotros? Hay una ley en nuestros miembros, que está en guerra contra la ley de nuestras mentes. Ahora, si quienes están vivos espiritualmente sienten que su voluntad es contraria a Dios, ¿qué diremos del hombre que está “muerto en delitos y pecados”? Sería una cosa maravillosamente absurda poner ambos al mismo nivel; y sería aun más absurdo poner al que está muerto antes del que está vivo. No; el texto es verdadero, la experiencia lo ha grabado en nuestros corazones. “Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.”

Ahora, debemos decirles las razones por las que los hombres no quieren venir a Cristo. Primero, porque ningún hombre por naturaleza considera que necesita a Cristo. Por naturaleza el hombre considera que no necesita a Cristo; considera que está vestido con sus ropas de justicia propia, que está bien vestido, que no está desnudo, que no necesita que la sangre de Cristo lo lave, que no está rojo ni negro, y que no necesita que ninguna gracia lo purifique. Ningún hombre se da cuenta de su necesidad hasta que Dios no se la muestre; y hasta que el Espíritu Santo no le haya mostrado la necesidad que tiene de perdón, ningún hombre buscará el perdón. Puedo predicar a Cristo para siempre, pero a menos que sientan que necesitan a Cristo, jamás vendrán a Él. Puede ser que un doctor tenga un consultorio muy bueno, y una farmacia bien surtida, pero nadie comprará sus medicinas a menos que sientan la necesidad de comprarlas.

La siguiente razón es que a los hombres no les gusta la manera en que Cristo los salva. Alguien dice: “No me gusta porque Él me hace santo; no puedo beber o jurar si Él me ha salvado.” Otro afirma: “Requiere de mí que sea tan preciso y puritano, y a mí me gusta tener mayor libertad.” A otro no le gusta porque es tan humillante; no le gusta porque la “puerta del cielo” no es lo suficientemente alta para pasar por ella con la cabeza erguida, y a él no le gusta tener que inclinarse. Esa es la razón principal por la que no quieren venir a Cristo, porque no pueden ir a Él con las cabezas erguidas; pues Cristo los hace inclinarse cuando vienen. A otro no le gusta que sea un asunto de la gracia desde el principio hasta el final. “¡Oh!” dice:”si yo pudiera llevarme algo del honor.” Pero cuando se entera que es todo de Cristo o nada de Cristo, un Cristo completo o sin Cristo, dice: “no voy a ir,” y gira sobre sus talones y se va. ¡Ah!, pecadores orgullosos, ustedes no quieren venir a Cristo. ¡Ah!, pecadores ignorantes, ustedes no quieren venir a Cristo, porque no saben nada acerca de Él. Y esa es la tercera razón.

Los hombres desconocen Su valor, pues si lo conocieran, querrían venir a Él. ¿Por qué ningún marinero fue a América antes de que Cristóbal Colón fuera? Porque no creían que América existiera. Colón tenía fe, y por tanto él sí fue. El que tiene fe en Cristo viene a Él. Pero ustedes no conocen a Jesús; muchos de ustedes nunca han visto su hermosísimo rostro; nunca han visto cuán valiosa es su sangre para un pecador, cuán grande es su expiación; y que Sus méritos son absolutamente suficientes. Por tanto “no queréis venir a Él.”

Y ¡oh!, queridos lectores, mi última consideración es muy solemne. He predicado que ustedes no quieren venir. Pero algunos dirán: “si no vienen es su pecado.” ASÍ ES. Ustedes no quieren venir, pero entonces esa voluntad de no venir es una voluntad pecaminosa. Algunos piensan que estamos tratando de poner “colchones de plumas” a la conciencia cuando predicamos esta doctrina, pero no hacemos eso. Nosotros no afirmamos que es parte de la naturaleza original del hombre, sino que decimos que pertenece a su naturaleza caída.

Es el pecado el que te ha sumido en esta condición de no querer venir. Si no hubieras caído, querrías venir a Cristo en el momento en que te es predicado; pero no vienes por tus pecados y crímenes. La gente se excusa a sí misma porque tiene un corazón malo. Esa es la excusa más débil del mundo. ¿Acaso el robo y el hurto no vienen de un corazón malo? Supongan que un ladrón le dice a un juez: “No pude evitarlo, tenía un mal corazón.” ¿Qué diría el juez? “¡Bandido!, si tu corazón es malo, voy a darte una mayor sentencia, pues tú eres ciertamente un villano. Tu excusa no sirve para nada.” El Todopoderoso “se reirá de ellos, se burlará de todas las naciones.” Nosotros no predicamos esta doctrina para excusarlos a ustedes, sino para que se humillen. La posesión de una mala naturaleza es tanto mi culpa como mi terrible calamidad.

Es un pecado que siempre será achacado a los hombres. Cuando no quieren venir a Cristo es el pecado lo que los aleja. Quien no predica eso, me temo que no es fiel a Dios ni a su conciencia. Vayan a casa, entonces, con este pensamiento; “soy por naturaleza tan perverso que no quiero venir a Cristo, y esa perversidad impía de mi naturaleza es mi pecado. Merezco ir al infierno por eso.” Y si ese pensamiento no te humilla, a pesar de que el Espíritu lo está usando, ninguna otra cosa podrá hacerlo. Este día no he ensalzado la naturaleza humana, sino que la he humillado. Que Dios nos humille a todos. Amén.
Fuente:
Agradezco al autor de esta página por el material e información.
DIOS LES GUÍE A TODO VERDAD

¿Cómo interpretar correctamente las Escrituras? - Paul Washer

Dios les bendiga grandemente

Fuente: http://www.youtube.com/user/AndreMijail

martes, 8 de diciembre de 2009

HABLEMOS DE IGLESIA EMERGENTE Y POSTMODERNISMO

En este video, RC Sproul, Al Mohler y Ravi Zacharias, discuten el Liberalismo, Post Modernismo y la Iglesia Emergente, y lo comparan con el Cristianismo bíblico. ¿Serán éstos lo mismo?, por supuesto que NO. Sean bendecidos y fortalecidos en la verdad.



sábado, 5 de diciembre de 2009

Las Cinco Solas de los Protestantes

Harold Bloom en la revista TIME de Junio, 1999 hablando de Billy Graham y los Protestantes dice: “Por al menos 40 anos, Graham ha sido el papa de los Protestantes en América”. Luego aclara, entre paréntesis: “(si es que Protestantes es aun la palabra adecuada)”. Bloom y TIME se dieron cuenta que los Protestantes ya no merecen llamarse así. Y es que los Protestantes contemporáneos, en lugar de protestar se intimidan y se adaptan ante las influencias culturales que invaden sus iglesias. La adoración bíblica es deformada por el individualismo y la auto-complacencia de los amantes del entretenimiento religioso. Y los Protestantes no protestan. La pureza de la doctrina bíblica es mancillada por las corrientes humanistas, seculares y liberales de nuestra cultura. Y los Protestantes no reaccionan. La predicación de la obediencia a los mandamientos de Dios es sustituida por la predicación de sicologías populares de gratificación emocional, auto estima y realización personal. Y los protestantes ni se percatan.

Los Protestantes originales no fueron así. Ellos no recibían sus dictados de la cultura de la época. Se pusieron bajo la autoridad de las Escrituras y se ajustaron a sus mandatos. Se apoyaron en las promesas de Dios y se dedicaron a conocer, obedecer y predicar la verdad. Así lograron que la iglesia influyese positivamente sobre la sociedad en lugar de dejar que la sociedad influyeran negativamente sobre la iglesia.

Para ser exactos hay que indicar que aun entre los Protestantes más puros han surgido ocasionalmente divisiones y controversias. Sin embargo, las controversias entre los verdaderos protestantes siempre giraron alrededor de cosas no-esenciales a la vez que se mantuvieron unidos en las esenciales.

Estas cosas esenciales fueron expresadas en cinco lemas; las cinco Solas de la Reforma Protestante. Sola Scriptura. Solus Christus. Sola Gratia. Sola Fide. Soli Deo Gloria.

1. Sola Scriptura – Solo la Escritura.

Este lema define la función de las Escrituras como única autoridad sobre la iglesia. Así como los protestantes del siglo dieciséis y diecisiete rechazaron la autoridad del papado y la iglesia Romana, los protestantes contemporáneos deben hoy rechazar toda autoridad extra-escritural sobre la iglesia. Cualquier autoridad, organización, experiencia, liderazgo o practica dentro de la iglesia debía estar sujeta al lema de Solo la Escritura. El predicar fielmente y el escuchar atentamente la Palabra de Dios tiene que volver a ser un acto central en la adoración Cristiana. La aplicación de las enseñanzas bíblicas a la vida practica y cotidiana de los Cristianos y de la iglesia es nuestra tarea continua. El entendimiento y la aplicación practica de las verdades bíblicas es indispensable para la salud, el cuidado y la disciplina de la iglesia.

2. Solus Christus – Solo Cristo.

Este lema define el origen y el objeto central de la fe Cristiana. Los protestantes se opusieron a exaltar cualquier cosa que no fuera la suficiencia de Cristo. Ningún ritual, institución o individuo puede ni debe ser motivo de confianza sino Cristo. Ningún proyecto, visión o necesidad debe competir por el lugar primario de Cristo en la iglesia. Ninguna filosofía, ideal o argumento debe ser predicado en la iglesia que no exalte a Cristo y su muerte en la cruz por el pecado de los hombres. Tenemos fe en Cristo, no fe en la fe, o en las oraciones, o en la iglesia. Solo Cristo es digno de confianza pues él es el único salvador.

3. Sola Gratia – Solo por Gracia.

Este lema define el fundamento sobre el cual Dios acepta a los hombres. La gracia es lo contrario a pago o compensación. Cualquier cosa una persona merezca o se haya ganado por su merito o esfuerzo es compensación. Pero la gracia no tiene que ver nada con meritos personales. La gracia solo la puede disfrutar gente indigna. Esto es la esencia del Evangelio: Porque por Gracia sois salvos…no por obras para que nadie se glorié. Por la exaltación de esa gracia, que es lo único que ha movido a Dios a salvar a los pecadores, los protestantes abandonaron la confianza en sí mismos y en las promesas de la doctrina Romana. No hay obra humana que pueda ser base de salvación. No hay método, técnica o estrategia que pueda transformar al hombre. La fe que salva no puede ser producida en el corazón humano. Dios la da solo por gracia.

4. Sola Fide – Solo por Fe.

Este lema define cual es el medio único por el cual se puede alcanzar la salvación. Cuando Dios por su gracia da fe al pecador para creer en Cristo y ser salvo. Esa fe es el medio. Dios no salva a alguien automáticamente si no cree. Nadie nace salva, nadie hereda la salvación, ni nadie puede salvarse a sí mismo o salvar a otros. Solo la fe salva. Y esa fe es en Cristo. Y esa fe nos es dada por gracia. Este fue el aspecto crucial de la Reforma Protestante. Martín Lutero fue liberado de sus tormentos de conciencia en el convento donde se auto-laceraba buscando justificación cuando leyó: El Justo por la Fe vivirá (Rom. 1:17)

5. Soli Deo Gloria – Solo a Dios la Gloria.

Este lema define la esencia de la adoración a Dios. Una de los grandes logros protestantes fue rescatar la adoración espiritual de la contaminación ritual, idolátrica y supersticiosa en que se encontraba. Mas tarde, el movimiento Puritano termino de purificar lo que aun restaba. Los puritanos fueron llamados así por su protesta contra la conservación de rituales Romanistas en la iglesia de Inglaterra (Anglicana) y por que reclamaban una adoración más pura para Dios. En esencia la adoración debe tener a Dios como el centro. Toda adición no sancionada por la Escritura fue desechada por los verdaderos Protestantes. El entretenimiento así como el gusto y la complacencia personal no tienen lugar en la adoración a Dios.

Hoy día la protesta no es contra los poderes estatales que querían detener la Reforma. La protesta hoy debe ser contra la tolerancia de las iglesias Protestantes contemporáneas ante la degradación del Cristianismo Bíblico. Y esa degradación ha venido en la medida en que los principios expresados en las cinco Solas han sido violados.