miércoles, 28 de julio de 2010

Dios es el Evangelio - John Piper

Sermones “sicologizados”, secos como espárragos - Pastor Humberto Pérez

Cito de memoria, más o menos lo que le ocurrió a Spurgeon, cuando un día no debiendo predicar decidió ir a escuchar a otro. Cuando terminó el sermón se hallaba llorando porque pensaba que los sermones de casi ninguno le servía de bendición. El predicador cuando lo reconoció le dijo que si sabía que había predicado uno de sus sermones. Spurgeon asintió. El ha dicho que para irse a escuchar no cruzaría la calle pero para oír a otro la cruzaría en sentido contrario.

Me pregunto cómo se sentiría si escuchara a muchísimos de los de este siglo, algunos muy famosos, cuya popularidad tiene más que ver con la sicología que predican que con el buen contenido de un texto bíblico.

Alrededor del 80 % de los siquiatras y sicólogos del mundo se hallan en Estados Unidos sin contar los trabajadores sociales desparramados por todas partes. Son los que tienen la última palabra en las escuelas y los centros de rehabilitación de delincuentes. Es una industria costosísima y tan enorme que ha tenido su entrada triunfal en muchísimos púlpitos y escritorios cristianos, que poniéndose en onda con ellos luchan a brazo partido para satisfacer desde las iglesias las necesidades sociales del público con el sueño imposible de llenar así las bancas vacías.

El evangelio predicado, aun por algunos muy conocidos de quienes no soy digno de desatar la correa de su calzado, está mezclado con la sicología y hacen un amplísimo uso de la Biblia para sanar la autoestima y demás descalabros del yo actual.

Cuando la palabra de Dios se mezcla, aunque con una pequeña porción de otra cosa, ya es otra, no es el evangelio y por lo tanto no santifica, no da fe, no salva, no produce genuinos cristianos, engaña a los que lo reciben haciéndoles creer que son bendecidos por Dios y que están bien con él. La sicología moderna es uno de esos ingredientes que falsifican el evangelio y puebla las iglesias con seudos-cristianos que se mejoran emocionalmente, zurcen sus diferencias matrimoniales, reencaminan a los divorciados, vencen traumas, le da propósito a los que no le encuentran sentido a la vida pero no logra hacer nacer de nuevo a nadie.

No pueden ser santos y espirituales los pastores que buscan en la popularidad la realización vocacional; y lo mismo los que en consulta de consejería que ellos socorren, que no salen de ser creyentes con fe débil, pocos espirituales y no dados a mucho estudio de la Biblia porque la sicología ha suplantado la teología y con ella ausente no hay fe que valga. Son profesionales religiosos y ocultos escépticos. Hablan ahora de los famosos autores de sicología como en otro tiempo de los mejores teólogos. En apariencia consiguen con “ciencia” lo que el Espíritu Santo les niega.

Un problema grande con mensajes “sicologizados” es que Dios no recibe para nada la gloria. Tratan de darle fe a los creyentes pero sólo consiguen que sean optimistas y gente positiva, un producto pragmático del secularismo. Nunca la sicología hace que un creyente supere su falta de fe y ame a Dios más que a sí mismo. El estudio sicológico de los personajes de la Biblia y la exposición de textos de ella les hace sentir apoyados, comprendidos, pero no inspirados. Los oyentes se sienten complacidos con esa clase de “exposición bíblica” porque ponen en manos de ellos parcialmente la solución de sus problemas, que no tienen que ver con el pecado sino con errores y no con la vida eterna sino con ésta.

Esa predicación sicológica y pragmáticamente orientada es terapéutica, aunque no lo diga si el predicador es calvinista o reformado, y lo convierte en muy querido por las multitudes y modelo para los que están empezando a predicar sermones “efectivos”. Por supuesto que carentes de la unción divina, secos como espárragos y como lo puede ser cualquier ciencia o filosofía.

Lo que hacen no es exégesis bíblica y no arroja la intención del Espíritu Santo en la Escritura. Confunden el fruto del Espíritu con necesidades sicológicas. Sin embargo la Escritura no habla de cubrir necesidades sicológicamente sino espiritualmente, no con un potencial interno de cada cual sino con los poderes del siglo venidero, por medio del Espíritu que ellos han apagado. Convirtiéndose en una nueva criatura sin remiendos, que ama a Dios con todo su corazón y al prójimo tanto o más que a sí mismo. Eso no se logra con consejos inteligentes sino con textos bíblicos lícitamente interpretados.

La sicología nunca pone a nadie en un estado de gracia que es el plano óptimo del modo de vivir. Los creyentes nacidos de nuevo ya tienen “la mente de Cristo” y el “sentir que hubo en Cristo Jesús”, están sicológica y espiritualmente como Jesucristo, completos, y lo que necesitan son verdaderos expositores de la Palabra, guiados por el Espíritu a toda verdad y que sepan acomodar lo espiritual a lo espiritual, que insistan más en la comunión con Dios que hacerles sicoanálisis a Abraham y David, a Pedro y Pablo. Por lo tanto no leo ni oigo sus sermones en la Internet y si viviera enfrente de sus templos, como Spurgeon, cruzaría la calle en sentido contrario.

Fuente directa AQUÍ

viernes, 16 de julio de 2010

¿Por qué memorizar las Escrituras? - John Piper

Excelente mensaje, simplemente veánlo, sé que les será de gran bendición. Dios les guarde.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
(Hebreos 4:12)






sábado, 10 de julio de 2010

Jesucristo, el único camino - R.C. Sproul

¡El que tenga oídos para oír, OIGA!... Para los llamados, a quienes Dios predestinó desde el principio, el mensaje del Evangelio es como la luz de la Aurora y no pueden ser indiferentes a su poder. En el video, RC. Sproul nos enseña la belleza del plan de Dios para el hombre, contando la historia desde la creación del hombre, su caída y redención. La palabra de Dios es como una espada de doble filo, penetra el alma y las coyunturas, quebranta el corazón del más vil pecador como un martillo, y lo humilla sin degradarlo. Las Buenas Nuevas de Jesús muestran la esencia de la Escritura, nadie a quien Dios le haya revelado esta grandiosa verdad puede decir que es insuficiente y seguir su camino de perdición. Bendito sea el Padre por enviarnos a su Unigénito Hijo. Bendito sea Jesucristo, nuestro Libertador y Salvador, el único camino, la verdad y la vida, el mediador entre Dios y los hombres, que nos reconcilia con el Padre por medio de su sangre, Él cargó en la cruz nuestros pecados, el cordero inmolado que nos fue propicio para recibir la redención sólo por su inmensa gracia. Bendito sea el Espíritu Santo por perfeccionar la obra de Dios en nuestras vidas hasta el Día de Jesucristo. Dios bendiga a su iglesia grandemente.

martes, 6 de julio de 2010

Amas la gloria de los hombres, no la gloria de Dios - John Piper

"Gloria de los hombres no recibo.
Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre,
a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?. No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa..." (Juan 5:41-45)




El Evangelio salva de la moralidad - John Piper

sábado, 3 de julio de 2010

EL ASESINO BARRABAS

La historia de Barrabas, sin duda, es la historia de cada uno de nosotros. El Justo por los injusto, el inocente por los culpables. Jesús cargó nuestro pecados, diciendo en la cruz !consumado es!; Él es nuestro único libertador y salvador. Sublime gracia del Señor, que nos libró de la pena de muerte y nos sacó de nuestra oscura celda para mostrarnos su luz.




Sean bendecidos grandemente

EL LLAMADO DE DIOS - JOHN PIPER

Porque muchos son llamados, y pocos escogidos (Mateo 22:14). Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor (1Corintios 1:26-31).




¡Grande es el Señor!